La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cordero Manchego se refiere a una certificación de origen y calidad para el cordero producido en la región de La Mancha, en España. Esta IGP garantiza que los corderos cumplen con ciertos estándares de calidad y han sido criados en la zona geográfica designada. Aunque no hay razas de cordero específicas asociadas con la IGP Cordero Manchego, se presta atención a la raza y la edad de los animales entre 60 y 90 días en el caso del cordero manchego recental.
Algunas de las razas de ovejas que se crían comúnmente en la región de La Mancha y que podrían contribuir al cordero manchego incluyen:

Manchega: La raza ovina Manchega es típica de la región de La Mancha y es conocida por su resistencia a las condiciones climáticas adversas de la zona. Su leche se utiliza también para producir el famoso queso Manchego.

Castellana: Otra raza que se encuentra en la región y que puede contribuir al cordero manchego es la Castellana. Es una raza adaptada a las condiciones semiáridas de La Mancha.

El cordero manchego certificado por la IGP debe cumplir con ciertos requisitos, como haber sido alimentado con leche materna y pasto durante un período específico, y se sacrifica a una edad y peso determinados. Estos estándares aseguran la calidad y autenticidad del cordero manchego.

La Indicación Geográfica Protegida (IGP) "Cordero Manchego" es un sello de calidad que se aplica a la carne de cordero producida en la región de La Mancha, España. Esta designación garantiza que el cordero cumple con ciertos estándares de calidad y características específicas. Aquí tienes algunas características típicas asociadas al cordero manchego IGP:

Origen geográfico: El cordero debe ser criado en la región geográfica específica de La Mancha, que abarca partes de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.

 Raza: Se espera que el cordero manchego sea de raza manchega o cruzado con esta raza. La raza manchega es conocida por su adaptación al clima y condiciones de pastoreo de la región.

 Edad y peso: La IGP establece requisitos específicos en cuanto a la edad y el peso de los corderos al sacrificio. entre 60 y 90 días en el caso del cordero manchego recental l peso de la canal en frío, preceptivamente, debe oscilar entre los 10 y los 15 kg. Esto garantiza la terneza y sabor característicos de la carne de cordero.

 Alimentación: La alimentación del cordero también puede estar regulada. En algunos casos, se puede requerir que los corderos se alimenten de pasto y piensos específicos.

Métodos de producción: Pueden haber pautas específicas en cuanto a los métodos de producción y manejo de los corderos para garantizar su bienestar y la calidad de la carne.

Control de calidad: La IGP implica un sistema de control de calidad que supervisa todo el proceso, desde la cría hasta la comercialización, para asegurar que se cumplan los estándares establecidos.

Aquí hay algunas propiedades gastronómicas asociadas a esta denominación:
Sabor característico: El cordero manchego IGP se caracteriza por su sabor distintivo, que se desarrolla a partir de la alimentación de los corderos con pastos y piensos de la región.

Terneza: La carne de cordero manchego es conocida por su terneza. Este atributo se relaciona con la edad del animal sacrificado y la calidad de su dieta.

Aroma: La carne tiene un aroma peculiar que resulta de la combinación de la dieta del cordero y las prácticas de producción específicas de la región.

Color: La carne de cordero manchego IGP tiene un color característico, que puede variar según la edad del animal, pero generalmente se presenta en tonos rosados y rojizos.

Grasa infiltrada: La grasa infiltrada en la carne contribuye a su jugosidad y sabor. En el cordero manchego IGP, se busca un equilibrio adecuado de grasa para mejorar la calidad de la carne.

Métodos de preparación tradicionales: La versatilidad de la carne de cordero manchego permite su preparación de diversas maneras, pero las recetas tradicionales de la región suelen destacar la calidad de la carne.

Control de calidad: La IGP establece estándares estrictos para garantizar la calidad del cordero manchego, desde la crianza hasta la comercialización. Se controla la alimentación de los animales, las condiciones de cría, y otros aspectos que afectan la calidad del producto final.

Es importante tener en cuenta que estas propiedades gastronómicas son generales y pueden variar según el productor específico dentro de la región.